A veces con los peluches o los muñecos de trapo ocurre que con el paso del tiempo o al jugar con ellos, o simplemente de tenerlos puestos en un estante, el relleno tiende a asentarse o mermar en algunas partes y hace que por ejemplo la cabeza caiga hacia abajo porque el cuello no aguanta bien. Puede ocurrir en cualquier otra parte del cuerpo, esto es porque al introducir el relleno se hace en partes diferenciadas por ejemplo cabeza/cuerpo y tienden a hacerse compactas en esas partes separándose entre si. Es un arreglo muy sencillo, que además apenas lleva unos minutos.
Hoy me ha tocado hacerle este arreglillo a mi Elmo, así que os dejo un sencillo paso a paso.
Aquí se puede apreciar como Elmo no puede sujetar la cabeza derecha. Si no la sujetamos nosotros con la mano cae hacia delante, por que su cuello ya no puede sostenerla.
Esto se debe a que el relleno de la cabeza y el del cuerpo están separados, por lo tanto al faltar relleno entre medias de los dos, el peso de la cabeza es demasiado para sostenerse derecha. Para arreglar este problema vamos a abrir por la costura de la parte de atrás del cuello. Una vez hecho esto en la foto de aquí abajo vemos lo que estoy comentando los dos bloques de relleno diferenciados.
Ahora tan solo tenemos que coger un poco de relleno y añadirlo por la abertura. El relleno que podemos utilizar es guata o miraguano que podéis comprar en tiendas de tela o de tapicerías. Utilizar algodón o trozos de espuma de relleno no es aconsejable porque no aguanta bien el paso del tiempo. Además el miraguano o la guata son baratos y sirve para rellenar cualquier tipo de muñeca de trapo, peluche e incluso amigurumis con muy buenos resultados.
Por tanto cogemos un poco de este relleno y lo introducimos en la zona del cuello, la cantidad la veremos nosotros mismos según vaya quedando firme. Cuando esté a nuestro gusto y veamos que el cuello ya puede aguantar bien la cabeza es momento de terminar nuestro trabajo volviendo a coser por la costura que abrimos previamente.
Y en menos de 5 minutos hemos conseguido que nuestro muñeco o peluche, en este caso Elmo, pueda volver a mantener la cabeza recta y deje de mirarse el ombrigo 🙂
¿Verdad que ahora Elmo está mucho más guapo y se le ve más feliz? Pues si tenéis algún muñeco de trapo o algún peluche al que le suceda lo mismo os animo a que en un momentín podais arreglarlo de esta forma tan sencilla.
Madre mía, qué colección de muñecas hay al fondo…
Sí, tengo unas cuantas. Digamos que si alguien tiene miedo de las muñecas mejor que no aparezca por mi casa o no lo pasará nada bien. Son bastante desconsideradas con la gente que no simpatiza con ellas. 😛